Él es… mío

Este año la comunidad de la_torre ha pasado completamente de hacer nada que se parezca a un concurso, amigo invisible, o cualquier evento similar, cosa que me parece de lo mas lógica, es un caos cada año y a las admis les cuesta un dolor en su vida esos días, así que han decidido que todas las integrantes, las que no también, pidan un deseo, un fic o un Art donde pidieran aquello que mas ilusión le hacia, pero que fuese regalo para todas, no solo para una misma y así entre todas, hacer todos los deseos, no se si me explico, pero si no lo pilláis, aquí esta clarísimo... 

…El mío lo termine en tiempo record, hasta yo me asombro, jeje, así que ya lo subí, para las que no pertenecéis a esa comu, aquí os lo pongo, espero que os guste.

 

 

Titulo: ………Él es…mío.

Autor: ………Isobelhawk

Rating: ……...G.

Pairing : ……..Draco/Harry

Disclaimer:…Todo es de la Row, como siempre, pero el dibu es mío, que me diga lo contrario si se atreve.

Resumen:……Harry se siente inseguro en una cafetería cuando todo el mundo mira demasiado a su novio, el no puede evitar ser tan celoso y Draco no puede evitar ser tan guapo.

Advertencias: ninguna.

Medio:………Photoshop y foto manipulación.

Notas:……….DESEO Nº 8…Art donde H/D, tengan una vida juntos, pero a veces Harry quiera matar a Draco por ser tan mimado y malcriado xDDD y que Harry sea muy celoso, pero al final se amen con locura….Que Harry es celoso queda claro, que Draco es un mimado…si no fuera un mimado Harry no lo dejaría subírsele a la chepa de esa manera, que viven juntos…bueno, se puede deducir por los arrumacos y que se amen con locura…De verdad creéis que Draco se dejaría ver de esta guisa en publico si no quisiera a Harry con locura?

Editado de ultima hora:

La maravillosa Selene 2000, mas conocida por aquí como la mitad de Eratoirae, ha escrito las palabras que le faltan a mi dibujo y tengo que decir que son fantásticas y que nada le podría ir mejor a este dibujo que lo escrito debajo de el, así que por favor, leedlo, nos haréis muy felices a las dos.

MIO 

por Selene 2000

Draco sonrió cuando vio a  Harry entrar por la puerta de la cafetería. Llevaba aquella camiseta horrorosa que los Weasley le habían regalado por su cumpleaños, el personaje se hacía llamar Spiderman, quien, según le había contado Harry, era un tipo serio en su trabajo, que velaba por la seguridad de la gente, buena persona, buen amigo… lo que Draco siempre había clasificado como un total pánfilo.

 

—Siento llegar tarde —Draco sonrió al tiempo que Harry tomaba asiento.

 

La cafetería llevaba exactamente igual cinco años. La camarera; una mujer algo obesa y con un humor ácido, también.

 

— ¿Alguna urgencia? —preguntó Draco, mientras se llevaba la taza rosa con flores a los labios. Saboreó el té con leche al tiempo que ocultaba su sonrisa detrás de la taza.

 

—Sí —Harry hizo un gesto a la camarera para que le sirviera lo de siempre y ésta, como siempre, pasó por su lado sin siquiera dirigirle la mirada, no obstante, sí comprobó si el guaperas rubio que estaba a su lado tenía su té con leche.

 

— ¿Qué fue esta vez? ¿Alguna viejecita necesitaba que rescataran a su amado gatito?

 

Harry arrugó el gesto ante la clara burla. No entendía porqué seguía yendo a aquella cafetería donde la camarera lo odiaba, los clientes devoraban a aquel rubio insufrible con la mirada y él tenía que soportar todo eso.

 

—Malfoy, somos Aurores.

 

—Ya.

 

Su café fue servido. Frío. Y en aquella taza blanca e impersonal que la camarera siempre utilizaba sólo para él, no como aquel coqueto juego de café rosa de Draco.

 

—Ése tío te está mirando.

 

—Ummm... —Draco lo miró de refilón, ponderando la situación. Era un chico moreno, guapo, con cara de chulo que lo miraba con todo el descaro del mundo. Estaba acompañado, seguramente sería un amigo, porque sus proporciones (talla: me pongo lo que me coge, XXXXL por favor), así lo proclamaban a gritos—. ¿Crees que le apeteciera?

 

—Claro —comentó Harry. ¿Tenía grumos su café? ¿El café tenía grumos? Dejó la taza en la mesa con cierto recelo—. Creo que la camarera me odia.

 

—Te adora.

 

—Sí, ya.

 

Esta vez el tipo raro que no para de mirar a Draco se atrevió a guiñarle un ojo.

 

—Quiere un trío —dijo Draco intentando mantener la seriedad.

 

—Ya: tú, el tiparraco ése y tu vanidad.

 

Draco resopló. Harry se veía tan jodidamente adorable con esa cara de celos infernales, su camiseta del hombre araña y sus zapatillas de yo soy un chico de ir por casa o como diría Draco, de ir por su cama, por la de él mismo, se entiende.

 

—Sabes que odio este sitio —comenzó a renegar Harry. Mientras mandaba miradas de cómo te pille te mato al tío de quiero follarme a tu novio— ¿por qué seguimos viniendo?

 

Draco miró su taza vacía. Apenas tuvo que mover un dedo para que la camarera se acercara presta a servirle otra. —Por el servicio, claro, es insuperable.

 

Harry gruñó. —Es horrible.

 

—Vamos Potter, encima de que nos reunimos en una cafetería muggle por ti y que me pongo esta ropa ajustada por ti.

 

— ¿Seguro?

 

—Potter, ¿por qué otro motivo me pondría yo esto?

 

A Harry se le ocurrían muchos. Quizá a Draco le gustase saber que todo tío con un mínimo de gaydar a la redonda le miraba su trasero respingón, o quizá que todos miraban como se le marcaba sugerentemente el paquete, o como sus piernas quedaban realzadas y estilizadas. O como el muy capullo sonreía mientras él pensaba todo eso. ¿Le leía la mente?

 

—Quieres follarme.

 

Si Harry hubiera sorbido un poco más de ese café sólido lo hubiera escupido en ese instante.

 

— ¿Qué?

 

—Ya sabes. Me mirabas con esos ojos de te desnudaría aquí mismo y te follaría hasta la extenuación, aquí, delante de todos.

 

 —Joder Malfoy —dijo un tanto azorado— yo no he pensado eso.

 

—No —preguntó dubitativo—. Lástima. Hubiera sido interesante.

 

Harry volvió a mirar a aquél tipo, esta vez juraría que se había pasado la lengua por los labios en una clara invitación hacia el rubio y su alter ego.

 

—Potter. Mírame.

 

¿Cómo no hacerlo?, aquellas piernas largas y sexys se habían deslizado por sus muslos. Malfoy estaba prácticamente encima de él. Umm, la idea no era tan mala después de todo.

 

—Quizás acepte tu propuesta.

 

— ¿Cuál? —quiso saber Malfoy. El tipo pervertido aprovechó que Malfoy quedaba ahora más a su vista para hacerle un claro gesto hacia los baños. Harry había oído claramente lo que el amigo de salvemos a las ballenas había dicho: “me lo follaría de todas las maneras habidas y por haber

 

 

—De follar tu culo blanco aquí, delante de todos.

 

—Potter —dijo mientras agarraba suavemente su rostro con las manos y le daba un beso— ¿Tú y yo solos? ¿Lo invitamos? —el cabeceo era inconfundible.

 

Harry miró encolerizado a aquel pervertido-folla-novios-de-otros. Su varita, para asombro de él mismo, se deslizó de su funda y por arte de magia apuntó a aquel. El que Harry estuviera mirando hacia ése mismo lugar mientras sus dedos firmes mantenían la varita o el que susurrara algo en parsel, no quería decir que fuera culpa suya. La serpiente había salido de su varita por voluntad propia y desgraciadamente no estaba de servicio para ayudar a aquel muggle que se había puesto a gritar como una histérica. Tanto tonteo para terminar siendo al final un marica sin pelotas.

 

Draco sonrió mientras seguía repartiendo besos por la mejilla de Harry. ¿Y aún seguía preguntándole por qué iban allí? Potter celoso era mejor que un orgasmo. Era un orgasmo abismal.