Lágrimas...por fin

 

Otro verano más que acaba y otro año escolar que empieza. Este no sería como los demás, este año estaría más solo, rodeado de gente, pero indiscutiblemente solo.

Sirius se había ido, estaba solo otra vez, una familia que se le negaba, como se le negaba el derecho a ser hijo, a tener alguien que lo amase por ser él, justo cuando empezaba a quererlo como a un padre, el cual nunca tuvo, se lo arrebataban de las manos.

Ya no lloraba, no tenía ni fuerzas ni ánimo. Este verano con su “familia” había sido tranquilo, él no los molestaba y ellos, como siempre, lo ignoraban. Mejor, si lo hubiesen molestado posiblemente hubiese usado la magia y no tenía ganas de perder lo único que le quedaba, la relativa tranquilidad del colegio. Al lado de sus tíos, los Slytherin eran unos santos y desde luego más aceptables por su parte, con ellos no debía guardar las formas.

Cogió su baúl y su búho y agradeció a sus tíos que le dejaran coger un taxi, no tenía ganas de compañía y se encamino a la estación de tren.

Cada vez que veía él anden 9¾ rememoraba la primera vez que estuvo allí, siempre le salía la sonrisa al recordar a Hagrid y como conoció a Ron y Hermione,

* es bonito volver a casa, aunque sea triste *


Como siempre, el andén de la estación estaba abarrotado de gente, padres que acompañaban a sus hijos por primera vez, niños que ya se sentían mayores para ir solos y los chicos de los últimos cursos, entre los que se encontraba él.

A lo lejos diviso a un pelirrojo que corría hacia él, su cara era la misma de siempre, pero su expresión era diferente, más adulta quizás. No pudo disimular el mohín de enfado al verlo tan sonriente.

- ¡Hola Harry!, ¿cómo estás?, ¿has pasado un buen verano?, sentí mucho que no te dejaran venir a la madriguera, te eche de menos una barbaridad.

- Tranquilo Ron, si me lo dices de esa manera incluso me lo creeré y todo.

- ¿Qué te hace pensar que miento Harry?

- ¿Quizá que Hermione si estuvo y que ninguno de los dos me habéis escrito en todo el verano?

- Bue.........bueno Harry tú ya sabes........me obligo a hacer todos los deberes que teníamos.......no me dejo tiempo....Jo....lo siento.

- Ya, vale, no te preocupes, pero se te olvida decirme algo, creía que por lo menos me escribirías para decirme algo así, eso es importante Ron, a mí me importa por lo menos.

- ¿El que Harry, no....entiendo?

- Ooooohhh, por Merlín, que obtuso eres cuando quieres, ¿acaso no pensabas decirme que estabais saliendo?

- No estamos..........bueno si, pero no lo sabe nadie, ¿cómo te enteraste?

- ¿Te olvidas que no eres el único Weasley que me escribe?, me lo han contado todos tus hermanos menos tu, vaya amigo.

- Queríamos contártelo juntos, no en una carta, no así, cuando somos como hermanos, me parecía muy frió, perdóname Harry.

- No te preocupes y vamos o no encontraremos sitio.

Se sentaron en el primer vagón que encontraron vacío y acomodaron sus cosas dejando sitio para el baúl de Hermione que ya estaba tardando en llegar, cuando al fin apareció, se tiro en brazos de Harry, provocando una pequeña mueca en la cara de Ron.

- Heyyy, ¡¡que tu novio soy yo!!

- Ohh vamos Ron, no seas así, ¿no lo hemos visto en todo el verano y solo se te ocurre pensar en eso?, por cierto no me has esperado para decírselo.

- No ha hecho falta, ya lo sabía.

- ¿Quién fue el chismoso que se ha ido de la lengua?

- Tus queridos cuñados, todos y cada uno de ellos, te has metido en una familia muy cotorra Hermione, jejeje.

- Bueno, me alegro por vosotros, pero la próxima vez que ocurra algo importante, espero por lo menos una nota o algo así, antes de que otro os reviente la exclusiva.

- Te prometo que así lo haremos ¿verdad Ron?, ahora si no te importa Harry tenemos que irnos, la madre de Ron se olvido de dar unas instrucciones a Ginny y los gemelos y me lo ha encargado, ¿te importa quedarte solo un momentito?

- No, tranquila, tengo cosas en las que pensar y me vendrá bien un poco de silencio.

- Bueno, ¡¡pues hasta ahora!!

Silencio, que paz, en realidad no estaba enfadado con estos dos, pero si le molesto un poco enterarse de semejante cosa por otros. Si que necesitaba pensar, en Sirius, en sus estudios y en el maldito Voldemort,

* Cuando lo dejaría en paz, seguramente hasta que uno de los dos se muriera *

Eso es algo que debía asumir ya, no le importaría ser él quien muriera, total nada tenía que perder, que se fuera el mundo a tomar viento. Todo el mundo lo admiraba y él seguía solo,

* Maldito sea, una y mil veces *

Si no había dejado este mundo todavía era por la sencilla razón de que antes tenía que ver a cierta mujer muerta de la manera más cruel posible. Así estaban sus pensamientos y así su cara, si tuviera la fuerza para llorar la tendría surcada por grandes ríos de lágrimas, pero no le quedaban. Tan abstraído estaba que no se fijo en quien lo observaba desde la puerta, él miraba el paisaje sin verlo desde la ventanilla y alguien lo miraba a él.

* Debe de sentirse mal, tendría que alegrarme porque San Potter este así, pero incluso a mí me cuesta creer lo que le ha pasado, bah, seguramente cuando lleguemos al colegio volverá a ser el mismo chico-de-oro-insufrible-Potter, pero de verdad que da pena, vaya cara, está a punto de llorar, me voy o empezara a darme pena de verdad, por mi que le zurzan *


La llegada fue como siempre, ellos en los carros y los nuevos en las barcas, pocos eran los chicos que todavía no veían a los caballos, mejor, tenían que quedar algunos inocentes para cuando acabara esta locura, el ya se había acostumbrado, que remedio le quedaba.

Avanzaron entre los estudiantes hasta llegar a su mesa, se hizo la selección de los nuevos estudiantes y cenaron. No le dieron mucho la lata con la muerte de Sirius y lo agradeció.

Estaba muy cansado y se fue pronto a la cama, mañana les entregarían los horarios y empezarían con las clases, tenia gana de que así fuera, tendría con que entretener su mente y su tiempo, sobre todo ahora que sus dos mejores amigos eran novios y seguro le dedicarían menos tiempo.

- Harry, ¡¡¡despierta o llegaremos tarde!!!

- ¿Qué hora es Ron?

- Casi las 8, arriba, dúchate, vístete y bajemos a desayunar, ¡rápido!

- Por Merlín Ron, ¿desde cuándo tú madrugas tanto? Ya, no me lo digas.

- Hermione me ha pegado la maldita costumbre y desde este verano no puedo evitar despertarme con los rayos del sol, a esas horas se le ve preciosa, parece un hada.

- Vale Ron, ahórrame los detalles.

Hizo todo lo más rápido que pudo y cuando llegaron los tres al comedor este se encontraba medio vacío todavía, tan solo algunos profesores, los estudiantes de ese año y los más odiados del colegio.

* Tenían prisa por empezar las clases, pequeños incautos *

La mesa de Slytherin estaba completa, por algo su casa tenía el techo igual que el gran comedor y en cuanto amanecía, todos se levantaban, quien podría dormir con semejante luz, así es normal que siempre fuesen puntuales.

Ahí estaba Malfoy con todos sus secuaces,

* Que pillerías estarían ya planeando para ese año, que nuevas maldades les harían a los tres *

Desde luego en este curso Harry no pensaba cortarse un pelo y no le iba a aguantar tonterías a nadie, estaba harto de ser el centro de todo, tanto de admiraciones, como de iras y sobre todo de las iras de ese grupito, este año no, seguro.

Después del desayuno se dirigieron a la clase de transformaciones, tenían que recibir las instrucciones de la jefa de casa, la profesora McGonagall les esperaba en pie delante de su escritorio.

- Bueno chicos, encima de sus mesas tienen el horario para este año, espero que sean puntuales y que se porten bien, les recuerdo que su comportamiento también hace ganar y perder puntos a su casa, cosa que ya saben, pero sigo intentando que lo entiendan, no pierdo la fe.

- Las clases empiezan mañana a las 9, su primera clase será pociones, por favor, no respondan a las provocaciones, esa clase es una de las que más puntos nos hace perder.

Miro a Harry fijamente y este bajo la vista, no quería empezar tan pronto con los problemas.

- Así que cuídense de Snape, aparte de esto, esa asignatura es muy importante para la nota final y los exámenes de los timos, sin un excelente, no se molesten en intentar hacer el examen, venga ya se pueden ir y no se metan en problemas.

Abandonaron la clase en silencio y se dirigieron al exterior del colegio, el día era brillante e invitaba al paseo.

- Harry, nosotros nos vamos a dar una vuelta, pero volvemos pronto, no queremos dejarte solo, es que tenemos que hablar de nuestras cosas, ya sabes.

- No te preocupes Ron, lo entiendo, no os preocupéis por mí, tardad lo que queráis, yo también me voy a dar una vuelta, necesito pensar.

Se dirigió hacia el Sauce que estaba a orillas del lago, su sitio preferido para estar solo y pensar, menos mal que este sauce no era de la misma especie que el que destrozo el coche de los Weasley en segundo año. La vista del lago desde ese punto era preciosa y sería una pena desperdiciar el sitio con un árbol como ese.

Recordó sus charlas con Sirius en ese mismo sitio y un escalofrío le recorrió la espalda, se acordó de cuando le contó que él se reunía ahí con sus amigos y que ahí fue el sitio donde su padre se declaro a su madre. Se sentía abrumado,

* Cuantas cosas había presenciado ese árbol y todas giraban en torno a él y su vida *

Ese escalofrío se acrecentó un poco mas hasta convertirse en una honda pena, no sabía de dónde saco las fuerzas, pero empezó a llorar, así conseguiría liberar un poco su alma de tanto dolor, de tanto vacío.



* Malditos sean todos estos inútiles, los voy a matar como no salgan estas manchas, ¿cómo se les ocurre empujarme hacia un charco?, no los he matado porque son novatos, pero ya se enteraran de quien es un Malfoy, creo que me estoy ablandando, normalmente les habría lanzado un imperdonable, pero hoy no tengo ganas, tengo la cabeza embotada

¡¡Vaya!!,  ¿a quién tenemos aquí?, Potter, ¿qué le pasa?, ¿qué hace? Y ¿a mí que me importa?, como si toda mi vida tuviese que girar en torno a él, lo dicho, me estoy volviendo un blando, me acercare sin que me vea, a lo mejor me puedo reír un rato, falta me hace

OH oh, mala idea, está llorando, ¿por qué llora?, el siempre admirado Potter llorando, ya, no me acorde, su padrino, no sabía que le había afectado tanto, creo que no es el momento de reírme de él, ¿pero bueno?, este no soy yo, ¿me han lanzado un hechizo sensiblero y no me di cuenta o qué?, maldita sea, ahora me siento mal *


- Potter

Harry levanto la cabeza y se quedo mirando al que tenía delante,

* Malfoy, o no por favor ahora no, que se vaya o no respondo de mí *

El otro chico se quedo de piedra cuando Harry levanto la cabeza, nunca lo había visto así, tan derrotado, tan triste, ni siquiera cuando en tantas veces se había metido con sus difuntos padres, sin saber porque, se le encogió el corazón,

* Vaya ahora van a decir que soy amiguito de Potter si alguien me ve, mejor me siento *

- ¿Qué te pasa Potter?

- ¿Desde cuándo te importa lo que me pase?

- Vamos, nunca te he visto así y hasta yo tengo curiosidad, ¿por qué el gran Harry Potter tendría un motivo para llorar?, ¿el niño de oro se quedo sin chuches o es que acaso se le rompió su escoba?.

- Mira Malfoy no tengo ganas de tonterías, así que si no quieres tener problemas vete y déjame en paz.

- No.

- ¿Qué quieres, un motivo para que me expulsen, quieres quedarte sin la única persona que no te tiene miedo, o acaso quieres que tu papa té de un premio por tocarme las narices?

Malfoy se levanto como un resorte y se encaro a Harry.

- ¡¡No nombres a mi padre, tú no sabes nada de mí y no pretendo que tú me des lecciones de nada, siento haberme acercado e intentar mantener una conversación contigo, está claro que tu y yo no tenemos nada en común ni nada que de qué hablar, la próxima vez que me acerque e intente hablar contigo, hazme un favor, mátame, así estarás más tranquilo sin que venga nadie a molestarte!!

- Vale, vale, perdóname, lo siento, no es un buen día para acercarse a mí, de todas maneras tu nunca has sido mi amigo, ni té a importado lo que me pase, ¿a qué viene ese interés ahora Malfoy, te aburres?.

- Digamos que tengo curiosidad, y sí, me aburro un poco.

- Pues parece que te has divertido bastante con el barro.

- Unos inútiles de 1º me han tirado a un charco, idiotas, ya se arrepentirán.

- ¡Vaya!, ¿es que acaso no los has matado?, ¿te estás volviendo bueno Malfoy?, jajá.

- No te rías o provocaras tu solito que me arrepienta de no habérmelos cargado, y no, no me estoy volviendo bueno, es que no tengo ganas de problemas, este año es importante y no quiero que nadie lo fastidie.

- Este año es importante para todo el mundo, no solo para ti, ¿te olvidas de que vienen los TIMOS y a todo el mundo les conviene aprobarlos?

- No hables de lo que no sabes, ¿me vas a contar lo que te pasa?

- ¿De verdad te interesa, o es que quieres un arma para usar contra mí, quieres que te facilite la tarea?

- Pott.........

- Pues sí, te voy a decir lo que me pasa, ¡¡estoy cansado de vivir en este mundo, yo no pedí a nadie ser quien soy, tampoco quiero serlo y no me gusta la fama, no me gusta que todo el que se acerque a mi acabe igual!!

En este punto su voz se hizo casi inaudible y empezó a brotar el llanto otra vez, no podía pararlo,

- ¡¡muertos!!, mis padres, Sirius,..., mis amigos han estado a punto de morir un montón de veces solo por estar a mi lado, estoy muy cansado.

Malfoy no podía creer lo que veía, Harry estaba descompuesto, fuera de sus casillas, nunca imagino verlo así, claro que tampoco imagino que le contaría esas cosas a él.

- Esto...tranquilízate, no es culpa tuya, tu no lo elegiste, es más, no lo podrías haber evitado, según desde que punto de vista se mire, la culpa de todo esto la tienes tu, pero yo no lo creo así

- ¿Quién eres?, tú no eres Malfoy, nadie que se haga llamar mi enemigo me diría esas cosas, ni siquiera estaría a mi lado haciendo un amago de consuelo hacia mi persona, ¿es una trampa, donde está tu padre?

- ¡Maldito seas, no, no es una trampa y mi padre está en un sitio desde el que es difícil salir para hacer bromas, eres un estúpido!, estate tranquilo, esto no se repetirá, quédate aquí con tus problemas y púdrete.

Malfoy se levanto y salió corriendo hacia el castillo, se sentía estúpido por haberse acercado, Potter tenía razón, estaba de lo más raro y el encarcelamiento de su padre en lugar de deprimirlo lo había vuelto estúpido.

- ¡Espera!, yo no sabía....lo de tu padre.


Ahora le tocaba a él sentirse mal por otra persona, había metido la pata, como siempre, él no lo sabía pero podría haber tenido un poco más de tacto, para una vez que se interesaba por sus problemas, pero es que tampoco se fiaba mucho de él, ya intentaría arreglarlo.