Declaración de intenciones.

- Jamás pensé que compartiría esto contigo, claro que jamás pensé que me pasara algo así tampoco, no es fácil de asumir, pero lo hice, tengo que hacerlo, se lo debo a mi padre y a mi mismo, ahora también a ti, perdóname, no debí mostrarte esto, solo contártelo en todo caso, fui un inconsciente, no pensé.

- Claro que debías mostrármelo, necesito saber el daño que te ha hecho, solo así podré disfrutar mas cuando lo mate.

- No hables así, ese no eres tu....eres dulce e inocente, jamás disfrutaras con una muerte, ni siquiera con la suya.

- Tu no sabes como soy....todavía, no tengo inocencia, nunca me han permitido tener algo tan puro, mi inocencia la mataron la misma noche que a mis padres y se ensañan conmigo cada vez que pueden, ¿tu crees que así es fácil crecer, crees que es fácil hacerte ilusiones con un futuro tan incierto, crees que cuando todo esta bien, lo dejaran así?, ¡ no!, ¡nunca lo harán!.

- Harry, siempre pensé que eras calmado, incluso demasiado, pensé que eras seguro, que todo lo tenias claro, que tenias asumido tu victoria ante ....ese, pero ahora te veo como a un niño, inseguro, con miedo, con absoluto pavor hacia lo que viene, aunque intentes demostrarme lo contrario, se que te da miedo el enfrentamiento que deberás llevar a cabo.

- Se supone que yo tendría que consolarte a ti y tú eres el me da ánimos, el que me ayuda, ¡dioses, es que no se me va de la cabeza como pudo hacerte esto!, ¡Cómo lo permití, si lo hubiese matado cuando tuve oportunidad, si el día del ministerio no me hubiese cegado con esa perra, el ahora estaría muerto!.

- Ya nada puede hacerse, tú ese día perdiste lo que más querías y yo también, en mi momento, por eso debemos ayudarnos, juntos venceremos los temores y sacaremos fuerzas de donde no las haya, ¿me ayudaras Harry?.

- Si....dime una cosa.

- Pregúntame.

- ¿Qué sientes por mí ?.

- ¿ cómo ?.

- Antes te dije que te amo, quiero saber lo que tu sientes, sea cual sea tu respuesta, yo siempre te ayudare, el otro día estrechamos nuestras manos, quisiera pensar que estamos en primer curso y que no me negué a aceptarla cuando aquella vez me la ofreciste, que es el comienzo de una amistad, sin rencores ni engaños, que tan solo somos Draco y Harry, solo tu y yo.

- Yo...no lo sé, por supuesto que ahora te considero mi amigo, pero no sé si siento algo por ti, dímelo tu, exprésame lo que sientes y yo te diré, si lo que esta dentro de mí es igual, nunca ame Harry, no sé lo que es ese sentimiento.

Harry lo miro sorprendido, pensaba que el rubio era popular precisamente por eso, por tener muchas conquistas, claro que eso no aseguraba que hubiese amado a alguna de ellas, se acerco mas a el y frente a su cara hablo.

- Cuando te veo, en mi estomago bailan cientos de duendes, mi vello se eriza, mi cara la siento quemar, mi corazón quiere escapar del pecho para estrellarse a tus pies, mi mundo cambia y eso solo cuando te veo, cuando en algún momento siento tu roce, me siento en éxtasis continuo, mi cuerpo se excita, mi aliento escapa y creo morir si no me tocas de nuevo, yo tampoco se si esto es amor, pero según me lo han descrito, se parece mucho, ¿no crees?.

Los labios de Harry casi rozaban los del rubio y este se veía totalmente arrebolado, su respiración estaba agitada y sus ojos no sabían hacia donde mirar, no podía articular palabra, así que solo hizo lo que podía hacer en ese momento, con sus manos finas y elegantes apreso la cara del moreno y la atrajo hacia la suya.

Sus labios lo acariciaron lentamente, sin prisa, dibujo su boca con la lengua, suavemente, sin ansia, quería disfrutarlo, quería notar el calor de esa piel contra la suya, su respiración, agitada contra su cara, nunca pensó que el amor seria así, sentía una mezcla de miedo y alegría que lo desquiciaba por momentos, para luego sumirse en un mar de dudas, ¿y si esto no era real, y si Harry en verdad no lo amaba, y si tan solo sentía pena por lo que había visto en el espejo?, podía ser la manera del moreno de consolarlo.

Se separo de su cara y lo miro fijamente a los ojos, lo que vio no dejo dudas en su alma, se miro reflejado en ese mar de jade, los ojos verdes estaban dilatados por el placer, lo miraban con ansia, con amor, si, pudo verlo y su corazón se ilumino, noto como su alma se reparaba del dolor sufrido y estallaba en una algarabía de sensaciones, no pudo nada mas que sonreír y volver a besarlo.

Esta vez lo beso con pasión, con deseo, sus manos viajaron hasta su espalda para atraerlo mas hacia sí mientras el otro hacia su abrazo mas fuerte, Draco se fue dejando caer hacia atrás dejando al otro chico encima de el, este puso sus manos a ambos lados de la cabeza rubia, mientras unas manos se deshacían de unos molestos botones, el beso se rompió y unos ojos del color del mar en la mañana lo miraron fijamente.

- Draco....¿tu crees que estas preparado para esto?.

- Harry, ese ser me quito algo, pero tu me lo vas a devolver, con tu amor cicatrizaran mis heridas, no tenia fe ni esperanza, ahora veo un futuro ante mi....junto a ti nada me dañara nunca mas, nuestro amor no lo permitirá, me entrego a ti libremente, porque quiero...porque te quiero.

- Yo también te quiero y nunca permitiré que nada te pase, gracias por devolverme la esperanza de un futuro sin penas.

Cuando volvió a besarlo, las lagrimas saladas se mezclaban con las suyas propias, por primera vez en mucho tiempo, esas lagrimas eran de alegría, ya no mas sufrimiento, no mas dolor, solo felicidad, aunque no supiera lo que duraría.

Draco logro deshacerse de los botones de la camisa, tiro de esta hacia atrás y obligo a Harry a sacar los brazos, solo así pudo disfrutar de la piel que tenia delante, sus manos acariciaban suavemente haciendo erizarse el vello de ese pecho fuerte, con solo un roce consiguió endurecer lo pezones, mientras se deleitaba con los gemidos de Harry en su boca.

Siguió la línea de las costillas de su amante hasta la espalda, los dedos finos y ágiles, electrizaban esa parte de piel, estos se deslizaron por debajo de su pantalón y acariciaron la suave curva de sus glúteos, esto hizo que notara la erección del moreno contra la suya, ahora los gemidos que oía eran los suyos, rápidamente, se encargo del pantalón, que con ayuda de sus pies, fue expulsado de su sitio dejando al moreno solo con los boxers.
Draco se giro bruscamente colocando a Harry en el suelo, ahora besaba su cuello, que excitante sabor, noto como su camisa y túnica se deslizaban empujadas por unas manos fuertes, quito sus brazos sin separar sus labios de tan delicioso manjar, ahora era el acariciado, el excitado por tímidas manos que recorrían su pecho, cuanto placer podía sentir con solo ese roce, tan extasiado estaba que se dejo caer de lado, dando la oportunidad al otro de dejarle hacer.

Harry beso su frente, sus pómulos, sin tocar sus labios, con la lengua recorrió la mandíbula temblorosa y jugo con el cuello que se le ofrecía, bajo despacio por el pecho y saboreo los pezones ya erectos, era maravilloso como el otro arqueaba su espalda para facilitarle el acceso a su cuerpo, la curva de el ombligo le invitaba a acercarse y jugar con el, mientras sus manos quitaban botones de un pantalón que ya empezaba a molestar, cuando lo consiguió, se dedico a su hallazgo.

Lo rodeo con su mano y observo la imagen del otro, puro placer, nada que ver cuando lo recorrió con el dedo, de abajo hacia arriba, despacio, hizo lo mismo con la lengua y el cuerpo entre sus brazos tembló, Draco lo miraba, eso era lo que el quería, introdujo el miembro en su boca y con la lengua lo acaricio, los gemidos que acompañaban ese momento no tenían precio.

Su dedo acaricio la entrada del rubio y este volvió a temblar abriendo mas sus piernas, poco a poco lo introdujo en el, era estrecho, caliente, suave, lo movía despacio, no quería dolor, solo placer, el segundo dedo entro fácilmente, así que continuo con un tercero, ahora era el otro el que se movía, quería mas de el, retiro los dedos con suavidad.

Cuando Draco noto el pene en su entrada, sintió miedo y abrió los ojos, quería estar seguro que era el y no otro el que estaba allí con el, que esta vez no le harían daño, que esta vez le harían el amor, lo vio encima suya y sonrió al ver sus ojos, hermosos ojos llenos de amor, lo beso- Hazme el amor Harry, hazme tuyo, para siempre-, al oír esto se sonrojo y beso su cuello, despacio se fue introduciendo en el, sus movimientos eran delicados pero seguros, noto las manos de su amante en sus nalgas, incitándolo a entrar mas, ha hacerlo mas suyo, no se hizo de rogar.

Con una cadencia desconocida en él, se adentraba y salía, una y otra vez, el cuerpo de debajo suyo temblaba y gemía, los movimientos se hacían más rápidos, pero igualmente suaves, ahora sus manos sujetaban las caderas níveas del otro y este elevaba su cuerpo para ofrecerse, los movimientos se acompasaron, los gemidos aumentaron y la excitación también, ahora embestía su cuerpo contra el otro haciendo este contacto mas intimo, mas placentero.

El cuerpo de Draco se arqueo en una postura caso dolorosa y en ese momento su esencia regó el vientre del moreno, haciendo que este llenara su interior de cálido fluido, temblaban cuando Harry cayo sobre él, sus cuerpos sudorosos se abrazaron y sus labios se unieron en un beso lleno de intenciones y promesas.

Salió despacio de su cuerpo y se tumbo a su lado, observaba sus ojos, nunca vio antes ese brillo en los ojos de su enemigo, ni siquiera en las peleas mas encarnizadas que tuvieran alguna vez, definitivamente ese brillo era algo distinto, pensó que si los ojos pudieran sonreír, esos estallaban a carcajadas, era feliz, Draco era feliz y sus ojos no le mentían, ese ya no era su enemigo, ahora era y seria su único motivo para elegir seguir adelante, para tener fe, para esperar un nuevo día cargado de esperanza, para desear una vida, su propia vida, ahora tenia un porque, una razón y se agarraría a ella costase lo que costase.