A primera hora de ese día tenían herbologia, a saber que se le había ocurrido para esta clase a la señora Sprout, esperaba no tener que lidiar otra vez con las mandrágoras, todavía le dolían los oídos cuando lo recordaba.

El desayuno transcurrió rápido, se encontraba mas animado y sus compañeros lo notaron, hasta consiguieron que se riera. Solo tuvo una molestia en el gran comedor, una picazón constante en la nuca, se volvía constantemente hacia detrás, pero no veía nada fuera de lo normal, bueno si.

Los Slythrerin estaban mas callados de lo que era habitual, y eso, era muy raro, se dio cuenta enseguida que todo ese silencio estaba motivado por el rubio Malfoy, cada vez que alguien hacia un amago de conversación con él, este le lanzaba una mirada asesina, se convenció enseguida que la clase de esa mañana con ellos seria movidita.

Se dirigieron rápidamente al invernadero, tapándose lo que podían con sus túnicas, ya que empezaba a refrescar, el verano llegaba a su fin y el vientecillo de las horas tempranas no era ya nada agradable.

Se colocaron por parejas, a el le toco con Neville, imaginariamente elevo sus ojos al cielo y rezo, *por lo menos aquí no hara explotar nada, no ahí fuego, ni calderos y sobre todo no esta Snape, así que me imagino que no habrá peligro.

- Bueno chicos, hoy vamos a estudiar una planta un tanto peligrosa, no se asusten, no es mortal, solo un poco dolorosa. Les explico, es una rara planta del Brasil, es carnívora y tiene la extraña habilidad de sacar sus raíces de la tierra para perseguir a sus presas, estas raíces tienen forma de pies humanos y es extraordinariamente rápida, caza pequeños mamíferos e insectos y si tiene mucha hambre, no duda en atacar a seres de mayor tamaño, así que cuidado con los dedos, pónganse los guantes.

Los chicos obedecieron y procedieron a acercarse a sus respectivas macetas con un poco de susto, Harry tuvo que arrastrar a un tembloroso Neville hasta su sitio. Las pequeñas plantas tenían sus troncos sujetos a la maceta con cadenas finas, se supone que esto impedía que sacaran sus raíces del tiesto.

- No se dejen engañar por su belleza, es muy traicionera y aprovechara esto para hincarles el diente.

Harry volvió su cara hacia Neville justo en el momento que este miraba a la planta embelesado.

- ¡¡Neville no!!

Ya era tarde, Neville se quedo como extasiado mirándola y ni se dio cuenta de que movía su mano hacia la planta, mientras esta ofrecía la sensación de estar relamiéndose por el exquisito bocado que avanzaba hacia su boca.

Todo ocurrió en segundos, la planta mordió el gordo dedo del chico y este lo aparto desesperado sin darse cuenta que llevaba la planta colgando de su dedo ensangrentado, a la vez, Harry se adelanto hasta él para ayudarlo justo en el momento en que la maceta voló desde el dedo de Neville, hasta la sien de Harry, lo ultimo que vio fue un montón de tierra y hojas volando por delante de sus ojos.


Cuando abrió los ojos estaba oscuro, busco las gafas a tientas en lo que parecía ser una mesita de noche, se las puso y descubrió donde estaba.

* mi vieja y querida enfermería, estaba tardando en venir a verte, ¡me cag....en el inútil de Longbotton!, yo que creía que hoy no habría peligro, pero que tonto soy, no, yo no, él, tonto e inútil, mira lo que me haces decir, pobrecillo, la verdad es que la planta era hipnotizadora, bueno bastante tiene con su dedo todo mordido, a lo mejor esta aquí, voy a mirar.

Se levanto despacio y sin ruido, aparto la cortina y se paseo en silencio por la enfermería, según parecía estaba solo, la manilla de la puerta produjo un sonido y el salió corriendo como alma que lleva el demonio hasta su cama, se acostó y se hizo el dormido.


Draco se acerco despacio, comprobando que no había nadie mas allí, llego hasta la cama de Harry, acerco una silla a la cabecera de la cama y se sentó.

*Parece que se encuentra bien, jajaja, menudo porrazo, si es que ese tío es un inútil, mira que tocarle por pareja, menos mal que la profesora lo trajo rápido, le salía mucha sangre.

Míralo, que relajado esta, que suerte poder dormir así, se le ve tan dulce, hasta parece un ángel.

Sin darse cuenta su mano viajo hasta su cara, la acario suavemente, le quito un mechón que le tapaba los ojos y le quito las gafas, recorrió sus cejas con la punta del dedo índice, es tan suave.

- Si sigues haciendo eso voy a tener que besarte.

Draco pego un bote, asustado, se sentó bien y volvió a poner su mascara de chico duro.

- Muy gracioso Potter.

- Jajaja, que cara has puesto, no lo decía en serio, no te asustes, ¿qué haces aquí?, ¿te preocupo?.

- No me cuentes mas chistes o tendré que reírme, solo quería saber como estabas, por curiosidad, es que el golpe fue muy fuerte, no veas como te sangraba la cabeza.

- Pues para saciar tu curiosidad te diré que estoy perfectamente, solo me duele un poco, aunque más me duele el orgullo, por cierto, ¿qué hora es?.

- Las 2 de la mañana.

- ¿Tan tarde?,¿no te habrá seguido nadie no?.

- Tuve cuidado, no me interesa que nadie sepa que estoy aquí, contigo, es mas, ya me voy.

- No te he dicho esto para que te vayas.....solo me extraña que estés aquí, reconoce que esto es muy raro, hace dos días que hablamos y ya parece que somos los mejores amigos.

- No te equivoques Potter, esto es solo pura casualidad, estamos en un momento bajo y casualmente las cosas salieron así, nos hemos contado nuestros problemas y punto, de ahí a que seamos inseparables, va mucho.

- ¿Nos?, creo que aquí el único que ha confiado en el otro he sido yo, todavía no conozco lo que te corroe por dentro y de verdad, no me importaría saberlo, si te pudiera ayudar, déjame que lo haga.

- Siempre lo fastidias todo, no te interesa, a nadie le importa alguien como yo, así que déjalo, no hace falta ni tu ayuda, ni tu lastima, ¡no quiero que nadie me tenga lastima, yo soy un Malfoy y no necesito a nadie!.

- ¡Yo no te tengo lastima, y si, eres un maldito Malfoy, si no me necesitas no sé que coño haces aquí, lárgate, vete con tus lamentos donde nadie te oiga, donde nadie te dé un poco de consuelo, no te lo mereces, maldito egocéntrico!

Draco se levanto de golpe, casi tirando la silla al suelo, lo miro con los ojos llenos de ira y los puños apretados, se giro hacia la puerta y antes de llegar a ella, se giro de nuevo hacia Harry.

- ¡No me haces falta, así que púdrete, quédate ahí rumiando tu fantástica vida y tus imaginarios problemas!.

- ¡ Púdrete tu, niño de papa, eres un relamido!, ¡¿te crees que porque eres quien eres todo el mundo tiene que aguantar tus tonterías?!, ¡vete y que te aguanten tus amigos, si es que tu papa no les paga para que lo sean, dudo mucho que alguien en este mundo te aprecie realmente, vete y déjame en paz!.

- ¡Bien, me voy, imbecil, no tengo porque aguantarte!.

- ¡Bien, pues adiós!

Draco se giro con furia y salió de la enfermería con paso firme, directo a su casa, tenia ganas de golpear a algo o a alguien, le daba igual, solo quería descargar su furia, entro en su sala común, menos mal que estaba vacía, sino alguien lo hubiese pasado mal, cuando estuvo en su cuarto hizo lo que le pedía su cuerpo, golpeo con furia los postes de su cama y hasta que la sangre no broto de sus nudillos, no paro.

Se deslizo por el poste hasta el suelo y allí se acurruco, abrazo fuertemente sus piernas y las lagrimas brotaron con fuerza, se sentía estúpido, totalmente estúpido, para una vez que tenia a alguien que nada le pedía a cambio, iba y lo fastidiaba todo.

Fue como pudo hasta la cama y se tumbo, no podía dejar de llorar.

*Parezco una niñita que se peleo con el novio, seré gili...., pero esto se acabó, un poco mas y me dejo llevar, esto no puede ser, no puede pasar, una amistad así seria mi ruina....su ruina también, ya no mas, no volveré a acercarme a el y se acabo.

Después de pensar esto, se durmió, un sueño profundo, lleno de pesadillas que hacían sufrir a su mente, sueños malditos llenos de dolor, sueños que lo acompañaban desde ese verano, una noche de ese verano.

- Bueno Potter, vístete y vete a desayunar, tus amigos te estarán esperando y por favor, cuídate y que esto no salga de aquí, no te acerques mucho a Longbotton.

- Tranquila señora Pomfrey, No me acercare y no se lo diré a nadie, será nuestro secreto, jeje.

- Hasta Luego Harry.

Iba hacia el gran salón cuando escucho voces detrás de el, se giro y vio a Malfoy con todo su grupo, estos pasaron de largo y le sorprendió la mirada de profundo desprecio que le dirigió el rubio, esperaba algo pero no eso, bajo la cabeza con pena y siguió su camino detrás de ellos.

Ron y Hermione estaban ya sentados y lo esperaban, se separaron para que el se sentara en medio y Hermione enseguida le sirvió un vaso de leche y le acerco unas tostadas.

- ¿Cómo te encuentras Harry, te duele todavía?

- Un poco, pero estoy mucho mejor, gracias Mione.

- No veas la que le ha caído a Neville, lo han castigado con Snape, fíjate que del susto, ni bajo a desayunar.

- Pobrecillo, quizás si tu hablaras con el se tranquilizaría, se siente muy mal por lo que te hizo.

- Pero yo no lo veo culpable, es que es muy despistado y claro que hablare con él, hasta con Snape si hace falta, pero me parece exagerado el castigo, luego lo haré, ¿qué clase tenemos ahora?.

- DCAO, con Slytherin.

- Que divertido, anda vamos o no llegamos.

Cuando llegaron a clase, los Slytherin ya estaban todos sentados en sus puestos y con su cara de siempre.

* Pijos estirados*.

- Bien chicos, guarden sus libros, hoy no nos harán falta, hoy haremos clases practicas, ya saben que los dementores se unieron a quien-ustedes-saben, así que vamos a practicar el encantamiento patronus, es importante que lo sepan hacer bien, esto les puede salvar la vida. Potter, salga al centro y muestre a sus compañeros este encantamiento, como todos saben el ya tiene dominado este hechizo, presten atención.

- Profesor Lupín no creo que en este momento pueda hacerlo.

- Claro que puedes, piensa en algo agradable y ya sabes, venga.

- No sé si saldrá, pero en fin.

Harry se posiciono en medio de la habitación y se concentro, pensó y pensó, pero solo le venían malos momentos a la cabeza, se obligo a pensar en lo que no quería y apareció, El momento en que se entero de que Sirius era su padrino, cuando le dijo que todo se arreglaría e irían a vivir juntos, como una familia.
Con esos pensamientos en su cabeza, abrió los ojos y formulo el encantamiento.

¡ Expectro patronus ¡

Un gran y luminoso ciervo salió de su varita e ilumino toda la estancia, era impresionante la luz que provocaba, todos lanzaron un ¡OH! entusiasta, hasta las serpientes se asombraron, el solo estaba confundido, pensaba que no lo lograría, pero si lo hizo y sonrió, los buenos recuerdos si estaban ahí y se alegro de tener eso por lo menos.

Cuando bajó la varita, todos tenían todavía la expresión de asombro, si es cierto que algunos de ellos ya lo habían visto con anterioridad, pero siempre era asombroso.

- ¿Ves Harry como no ha sido tan difícil?, yo sé que tu puedes, si no, no te lo pediría, bien hecho, 50 puntos para Gryffindor, vuelva a su sitio Potter. ¿Quién es el siguiente?, ¿Usted señor Malfoy?.

Draco se sorprendió al oír su nombre, pero se recompuso enseguida, no era plan de mostrarse débil ahora, el no lo era.

Se concentro en alguna alegría, pero de verdad que no encontraba motivo que lo ayudara, aun así, siguió intentándolo, busco en el fondo y no halló nada, tan solo una pequeña emoción, un sentimiento de tan solo unos días de edad, lo cogió y no lo dejo escapar.

¡ Experto patronus!.

Al principio salió un pequeño brillo que fue ganando en intensidad, creció y se transformo, era un hermoso dragón, pequeño y todavía débil, pero era un principio, un gran principio.

- ¡Vaya, fantástico señor Malfoy!, se nota que estuvo practicando este verano, muy bien, 30 puntos para Slytherin, vuelva a su sitio.

Estaba orgulloso de sí mismo, no sabia muy bien como, pero lo había logrado, eso no quitaba la molestia de no saber exactamente cual es la alegría o sentimiento que lo había ayudado a lograrlo.

El resto de la clase, siguió con algunos intentos fallidos por parte de el resto de los alumnos y una pequeña victoria por parte de Hermione y Ron, sus patronus eran todavía débiles, pero ya los tenían casi definidos, aparte de ser un gran logro, ganaron puntos para su casa y eso era, por lo menos para Ron, lo más importante.

Todo lo que quedaba de día, fue un ir y venir de clases agotadoras, deberes que hacer y ratos que compartir, hasta que llego la noche.



Harry, quería ver a sus padres y no le importaba que la serpiente estúpida estuviese allí, iría igual, aunque por el camino, al ir pensando, sus ideas cambiaron, la verdad es que la pelea que habían tenido, había sido una estupidez y ahora si deseaba que el estuviese allí.

Cuando llego el no estaba, entro y se coloco enfrente del espejo, sabia de sobra que sus padres o Sirius no podían hablar con él, pero de igual manera se desahogaría contándole su pelea con el rubio y lo mal que se sentía por fastidiarlo todo.

- Yo realmente no quería decirle todo lo que dije, pero me dolió que me hablara así, yo solo quería ayudarlo, no seguir siendo su enemigo, en la situación que estamos ahora mismo, no nos podemos permitir el lujo de hacer mas daño del que ya hay, no creo que el quiera hacerse mortifago como su padre, de verdad que no lo creo, pero a veces no se que tiene en la cabeza, si se dejara ayudar.

- Si me ofreces tu ayuda de esa manera, no voy a poder negarme.

- ¡Vaya!, ¿Ya me hablas?, perdón no quise...

- Tranquilo estas en tu derecho, fui un idiota, lo siento, es que tu no sabes lo que pasa en mi vida y no es fácil decirlo, menos a ti, tu mismo lo dijiste anoche, en tan solo dos días hemos hablado mas que en seis años.

- Ven, siéntate.

Harry hizo que se sentara enfrente de el, reflejando a los dos el espejo.

- Hoy me vas a contar que té pasa, pero primero te tienes que relajar, estas muy tenso y eso no facilita las cosas, te voy ha hacer un masaje que me enseño Remus, es muy tranquilizador y despeja la mente, cierra los ojos.

Draco, cerro los ojos, no sin abrirlos un par de veces y recibir una mirada impaciente de Harry, resignado los cerro del todo y se dejo hacer.

Harry levanto sus manos hacia la cara de Draco y coloco sus dedos índices en las sienes del rubio, los dedos gordos en sus pómulos, comenzó a masajearle las sienes en un movimiento rotativo ejerciendo una ligera presión, poco a poco deslizo todos sus dedos hacia su pelo, como empujando los malos pensamientos, con los dedos prensiles empezó a acariciar sus cejas.

Draco al principio recelo un poco, pero al notar la presión y las suaves caricias en sus cejas, se dejo llevar y se relajo al fin, Harry entretanto, también cerro sus ojos, se sentía bien en contacto con esa piel, era suave y las facciones del rubio invitaban a tocarlas, su piel era mas cálida de lo que aparentaba.

Poco a poco, sus manos se deslizaron por el arco de su nariz, no era recta exactamente, pero si perfecta, las aletas de su nariz, su respiración, sus labios, su dedo no pudo ni quiso evitarlos, los recorrió, primero el superior y luego el inferior, gruesos, suaves, entreabiertos, aire caliente escapaba de ellos.

Se encontró con que se había acercado casi por inercia, sin abrir los ojos, notaba que los tenia a milímetros de los suyos y los tentó, estos no se retiraron sino que se acercaron mas, sus manos ya no masajeaban, acercaban, sus labios se unieron, respiro el aire caliente que escapaba de estos y saboreo lo que venia detrás.

El espejo ya no reflejaba deseos escondidos, mostraba justo lo que tenia enfrente, dos chicos besándose, suave al principio, deseoso después, caricias en los labios, pasión en el pensamiento.